El Decimonónico
Anima, che diverse cose tante
vedi, odi et leggi et parli et scrivi et pensi.
Petrarca
Antecedentes
Nuestro proyecto, pensado primeramente como un proyecto multimedia que reuniera a casi todas las artes orientadas a retomar aspectos del siglo XIX, llevaba un nombre extraño por la extensión que tenía y por lo rebuscado de sus términos. Pocos lo recordamos.
Se decidió tiempo después hacer un proyecto tridimensional (nuestras tres dimensiones eran: papel volante, papel autoadherible y una plataforma digital –blog, por ejemplo-) que tendría un formato periodístico decimonónico, mediante el cual difundiéramos algunos textos de nuestro siglo XIX y solicitáramos colaboraciones de todo tipo, principalmente poesía, deseando que resurgiera una Arcadia mexicana. Nos bajamos de ese tren de la ilusión decimonónica pronto: las tendencias poéticas de nuestra actualidad apuntan a todo menos a aspirar a formar una nueva Arcadia, no son muy civilizadas son, vox populi, salvajes y andan por muchos lados; no pondríamos en riesgo la búsqueda de la renovación decimonónica, bonito oxímoron del XXI, así que cambiamos objetivos.
La Actualidad
Cavilamos y parecía que dábamos vueltas, pero apareció una voz proponedora que mencionó dos de las columnas del proyecto El Decimonónico: podcast y poemas en periódicos de la época. Aceptamos de grado la propuesta.
Y así forjamos el concepto entero del Decimónico.
Se creó el blog dándole un nombre poco original pero que sólo quiere indicar la proveniencia de los textos y los temas que utilizamos. El nombre a modo de uno de periódico también refleja la importancia que tuvo ese medio en la cultura del XIX. Dice, por ejemplo, Ruedas de la Serna[1] que El Diario de México comenzó a movilizar a las mentes ilustradas, que casi siempre estaban ocultas, bajo socorridos seudónimos; esos intelectuales formaron una identidad a través de sus escritos y colaboraciones, –recordemos que instalaban buzones para recibirlas–, que el diario prometía publicar; Ruedas hace meritoria la labor de los árcades de México, quienes “realizaron la operación, muy encomiable para su tiempo, de traducir a un léxico vernáculo, nacional podríamos decir hoy, el lenguaje neoclásico de las campañas idílicas, de las deidades paganas, de las musas europeas”[2]. Eso es lo que nos sorprende: el léxico que ahora sentimos tan propio y que, como se ha visto, “atentaba” contra las mentes reales de la Nueva España, aquellas que procuraban mantener la lengua castellana intacta y sin contaminaciones de ningún tipo.
Decidimos trabajar dos cauces de la cultura del XIX: el rescate y la revaloración. Revisar aspectos culturales de ese siglo y su pervivencia en la actualidad. Elementos gráficos, arquitectónicos, poéticos, políticos, etc.
La materia
Así como sentimos ese lenguaje propio, que decenas de años le han dado el carácter de mexicano, así sentimos la poesía que se escribe en la primera mitad del s. XIX. El cantar a y acerca de los elementos que distinguen a México, como se ha hecho en la literatura universal, es el elemento más atractivo de la lectura de esos versos.
Teniendo ese gusto por la poesía se acudió a hemerotecas con el fin de buscar poemas en los periódicos de la época para, una vez capturados, plasmarlos en papel autoadherible y comenzar lo que denominamos como “Pegada de poemas”.
Las plataformas
El blog es una plataforma socorrida en estos tiempos. Muchas personas han decidido tomar el blog como su manera de expresión, para escribir lo que quieran; es también una manera de difundir ideas y elementos de la cultura de cada persona que tiene un blog.
Ahí subiríamos todo lo que hemos elaborado y con lo que hemos trabajado, ahí se encuentran unas ligas a páginas quien esté interesado en la cultura de nuestro siglo XIX.
Una de la ligas es el sitio donde están almacenados nuestros audios, el podcast, cuya idea surgió, como he dicho, como una propuesta para formar y enriquecer nuestro proyecto que busca una nueva valoración de textos mexicanos de la época mentada.
Prácticamente los poemas que se van encontrando se van grabando para subirlos al podcast, transformándolos[3]. Volvemos instantánea, como dice Ong, a la poesía decimonónica, dadas las recientes tecnologías.
La difusión de la literatura en el siglo XIX, recordemos que la imprenta tiene un papel importantísimo, no es la misma que en los siglos anteriores, en los que primordialmente se realizaba sólo a través de la voz. Lograr que los poemas recuperados impacten de nuevo pero ahora de un modo distinto, esperamos no contentar sólo la vista sino también el oído.
Contenidos adicionales
Se pensó, siguiendo las primeras ideas, que habríamos de tomar en cuenta los videos. Se propuso una producción del CUEC en la que se nos da una perspectiva distinta de la cultura del siglo XIX en México y de aquellos elementos que conforman la tan difìcil de definir identidad mexicana.
La otra propuesta se hizo pensando en algo más jocoso: tomamos un video famoso de la página Youtube y lo adaptamos al XIX; los resultados y las reacciones han sido favorables, no como la que aparece en el video.
Éste es, de alguna manera, El Decimonónico, proyecto para repensar nuestra literatura y darle el envión que se requiere para su difusión y verdadera apreciación.
Diego Alcázar Díaz
diciembre 2011
[1] “La Arcadia en la formación de la literatura nacional. Los casos de México y Brasil” en Anuario de Letras, XXXVIII, 2000, pp. 593-620.
[3] Walter J. Ong en Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, 1987, dice que antes, las entrevistas no serían publicadas de no haber existido las grabaciones, así es como el nuevo recurso (el papel) refuerza al antiguo (la grabación) y que el procesamiento y la distribución espacial de la palabra, “son incrementados todavía más por la computadora, la cual aumenta al máximo el sometimiento de la palabra al espacio y al movimiento local (electrónico), y perfecciona la secuencia analítica al volverla virtualmente instantánea” (p. 134).
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